En la última década, hemos sido testigos de transformaciones significativas en el ámbito legal, donde la inclusión de nuevas generaciones ha demostrado ser un factor clave para dinamizar las organizaciones. Como abogado joven con una sólida trayectoria en el sector energético, especialmente en hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos, y con experiencia reciente como director jurídico y de cumplimiento, he podido observar de cerca cómo nuestra participación activa está transformando la manera en que las empresas enfrentan los retos legales y regulatorios.
El cambio generacional no se limita a un mero relevo; representa una oportunidad valiosa para desafiar paradigmas y aportar perspectivas frescas. Como jóvenes abogados, tenemos la capacidad de adaptarnos rápidamente a las nuevas tecnologías y demandas sociales. Sin embargo, para que nuestro potencial se materialice, es fundamental que se nos brinde la confianza y el respaldo necesarios para crecer y asumir roles de liderazgo.
La creciente importancia del compliance en el mundo empresarial es un ámbito donde nuestra generación puede marcar la diferencia. Con el enfoque en la ética y la integridad como pilares fundamentales, los jóvenes abogados pueden ayudar a las organizaciones a construir culturas de cumplimiento robustas y resilientes. Esto no solo se trata de cumplir con normativas, sino de fomentar un ambiente en el que la transparencia y la responsabilidad sean la norma, contribuyendo así a la sostenibilidad y reputación de las empresas.
En mi experiencia, apostar por el talento joven ha sido crucial para enfrentar desafíos complejos. A menudo, somos capaces de ver soluciones innovadoras desde ángulos diferentes. En el contexto del compliance, esto se traduce en la implementación de herramientas tecnológicas y metodologías ágiles que facilitan el monitoreo de riesgos y el cumplimiento normativo. La familiaridad de nuestra generación con la digitalización y el análisis de datos nos permite abordar de manera proactiva los desafíos que enfrentan las organizaciones en este campo.
No obstante, también es importante reconocer y valorar el papel de los abogados con experiencia, quienes aportan su sabiduría y conocimiento acumulado a los equipos. Este equilibrio entre la energía de nuestra generación y la experiencia de los profesionales más establecidos enriquece nuestras organizaciones y fomenta un ambiente de aprendizaje mutuo. Juntos, podemos construir estrategias de compliance que no solo se adhieran a las regulaciones, sino que también sean parte integral de la cultura organizacional.
He sido testigo de cómo, con el apoyo adecuado, los nuevos profesionistas pueden alcanzar metas excepcionales. Este proceso exige un compromiso colectivo para crear entornos propicios para nuestro crecimiento profesional, basados en la confianza, la meritocracia y la inclusión. La promoción de un enfoque colaborativo en el compliance, donde se escuchen las voces de todos los niveles, puede conducir a la identificación temprana de riesgos y a la creación de soluciones efectivas y adaptadas a las necesidades de la organización.
El camino no es sencillo, y los retos que enfrentamos como jóvenes abogados son significativos. Sin embargo, nuestra motivación y deseo de superación son motores que pueden impulsar cambios positivos en la industria y en las empresas donde nos desarrollamos. Fomentar un liderazgo inclusivo que dé voz a nuestra generación es esencial para construir un futuro más dinámico y competitivo, mientras aprendemos de quienes han recorrido este camino antes que nosotros.
La confianza es fundamental para el éxito de cualquier organización. Brindar espacio a nuevos profesionales no solo impulsa nuestro crecimiento personal, sino que también enriquece a las empresas. Mi experiencia me ha enseñado que el liderazgo no es solo cuestión de experiencia, sino también de visión y adaptabilidad a un entorno en constante evolución.
Es hora de que más organizaciones reconozcan el valor de promover este cambio generacional. Al confiar en las nuevas generaciones y valorar a los profesionales con experiencia, estamos construyendo un presente sólido y un futuro prometedor. Además, al integrar esta nueva perspectiva en el ámbito del compliance, se puede asegurar no solo la conformidad legal, sino también un compromiso ético que impulse la reputación y sostenibilidad de las empresas en el largo plazo.
Por Daniel Cheang, Chief Legal and Compliance Officer en Energas | Colaborador de Compliance Latam
El 20 de noviembre de 2024, los diputados del Congreso de Guatemala aprobaron de Urgencia Nacional el Decreto 32-2024, «Ley de Competencia». Esta aprobación marca un hito significativo para el país, buscando la promoción de un mercado competitivo, la atracción de inversión extranjera y el crecimiento económico nacional.
Esta nueva norma pretende evitar prácticas anticompetitivas, monopólicas o que tiendan a la limitación de acceso a mercado para pequeños o nuevos Agentes Económicos (comerciantes, compañías y corporaciones). Todo esto bajo la vigilancia de un nuevo ente regulador, denominado Superintendencia de Competencia, la cual será una entidad autónoma y descentralizada.
Esta misma, dispone que la Superintendencia de Competencia podrá actuar de oficio o derivado de una denuncia de un particular, sobre lo cual el Agente Económico se encuentra obligado a proveer toda la información que sea posible para determinar la configuración o no, de una práctica anticompetitiva, a través de un proceso administrativo, priorizando el derecho de defensa y principio de inocencia. En ese sentido, establece infracciones, prohibiciones y se dota de coerción al ente encargado de la vigilancia para el cumplimiento de las sanciones cuando se determinen prácticas anticompetitivas en el mercado guatemalteco. Que podrán ser sancionadas hasta por un máximo de doscientos mil salarios mínimos vigentes. Para el efecto, se destaca que serán sujetas a esta ley personas individuales o jurídicas, nacionales o extranjeras.
Como consecuencia de su aprobación, se deroga el Delito de Monopolio, teniendo únicamente sanciones económicas, y se modifican artículos del Código de Comercio, Ley de Protección al Consumidor y Usuario y Ley de Contrataciones del Estado. Así mismo, establece la aplicación por supletoriedad de la Ley de Competencia respecto a Agentes Económicos que se rijan por leyes sectoriales propias que contengan normas de competencia y que cuenten con autoridad reguladora, prevaleciendo estas sobre la Ley de Competencia. Lo cual seguramente dará margen de interpretación en cada caso.
Por último, la entrada en Vigor de esta Ley ha sido definida en dos etapas, la primera iniciando en enero 2025 y la siguiente dos años después de su publicación.
Se debe mencionar que esta aún debe ser sancionada por el presidente de la República de Guatemala para luego ser promulgada y publicada, conforme al proceso legislativo.
El Foro Compliance Latam 2024, que se llevará a cabo el 4 de diciembre en Montevideo, reunirá a expertos para intercambiar experiencias entre América Latina y Estados Unidos.
En el marco de la Semana de Prevención de la Corrupción, y con el objetivo de impulsar el desarrollo del cumplimiento normativo en América Latina, la plataforma Compliance Latam* llevará a cabo su primer evento presencial el próximo 4 de diciembre en Montevideo, Uruguay. Se trata del Foro Compliance Latam 2024, un encuentro internacional que reunirá a más de 100 líderes de América Latina y Estados Unidos para analizar los desafíos que sortearon durante 2024 y las oportunidades previsibles que tendrá el sector en 2025.
“Será un foro transformador, que permitirá profundizar en dilemas éticos y el rol de los directorios desde una perspectiva práctica a las nuevas regulaciones que marcarán la pauta durante 2025 en la región”, adelanta Rodrigo Albagli, socio de Albagli Zaliasnik(AZ).
Carla Arellano, consejera de Ferrere Abogados, considera que la iniciativa surge como consecuencia de la propia madurez y crecimiento de Compliance Latam.
“Es una plataforma dedicada a promover y difundir las mejores prácticas corporativas, la cultura organizacional y la regulación en torno al ecosistema de Compliance. Está integrada por firmas de primera línea de la región y de Estados Unidos, así como decenas de colaboradores que se han sumado, reconociendo el gran potencial que tiene. Hemos realizado varios eventos virtuales y hemos difundido decenas de artículos y guías de mejores prácticas de cumplimiento normativo en temas diversos, como salud, lavado de activos, protección de datos personales, corrupción, defensa de la competencia y Fintech”, señala Arellano.
Este año, la firma uruguaya propuso pasar de la virtualidad a la presencialidad para que diferentes líderes de la industria y expertos en el área de práctica tengan un espacio común para compartir sus experiencias y buenas prácticas.
“Propusimos realizar este primer foro internacional en nuestras oficinas de Montevideo y las firmas de la plataforma adhirieron inmediatamente a esta propuesta. Referentes de la región expondrán sobre las últimas tendencias y desafíos en materia de Compliance a nivel regional; y el encuentro ofrecerá una excelente oportunidad para establecer una amplia red de contactos, conectando con profesionales de firmas legales y del sector público y privado de toda la región. Nuestro objetivo principal es contribuir al fortalecimiento de una cultura de cumplimiento ético en las empresas de la región”, adelanta Carla Arellano.
Oscar Tutasaura, socio de Posse Herrera Ruiz, destaca que el Foro Compliance Latam 2024 busca promover un ambiente de aprendizaje mutuo, para que los asistentes puedan beneficiarse de las experiencias y enfoques de sus colegas internacionales.
“Los conocimientos adquiridos y las relaciones establecidas durante el evento contribuirán a fortalecer la cultura de cumplimiento ético en las empresas de la región. Por eso, también, el foro nos permitirá generar relaciones profesionales que pueden ser enriquecedoras y colaborativas para los participantes en el futuro”, augura el experto en Compliance.
Desafíos del 2024 y oportunidades para el 2025
Para Jeffrey A. Lehtman, socio de Miller & Chevalier, los tres retos más relevantes para las compañías de la región este año han sido: la incertidumbre política generada por los cambios de prioridades en los gobiernos de turno, el cumplimiento de las leyes en un contexto regulatorio complejo, y el manejo de recursos destinados al fortalecimiento de los programas de compliance de las compañías, especialmente para integrar las nuevas tecnologías en los procesos de control internos.
“En los Estados Unidos, los reguladores se han enfocado de manera particular en la región. De hecho, a través de actualizaciones en sus políticas de aplicación de las leyes, han empujado a que las compañías refuercen sus programas de compliance para reducir el riesgo de incumplimiento de las diversas leyes aplicables, como las leyes anticorrupción, de lavado de activos y de sanciones económicas. Las directrices de los últimos dos años se han enfocado en reforzar los programas de compliance a través de un mayor control sobre los datos e información de la compañía, incluyendo las comunicaciones de los empleados a través de plataformas de mensajería instantánea; la necesidad de un sistema de incentivos más robusto, que premia a los empleados que cumplen con las leyes y castiga a los que no; y el uso de tecnologías y análisis de datos integrados en los distintos controles internos, como el manejo de terceros y pagos”, resume Lehtman.
Para el 2025, uno de los temas centrales será la creciente influencia de China en la región y el impacto de las decisiones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
“Con el reciente cambio de gobierno en los Estados Unidos y en algunos países de América Latina, todavía es temprano para saber cuáles serán las prioridades de estos gobiernos en cuanto al nivel de atención que le pondrán a la aplicación de las leyes anticorrupción y el impacto que esto generará en la región. Lo que sí se podría esperar, considerando el contexto global y la postura que parecería tomar el gobierno de Trump, es una mayor atención a la aplicación de las leyes de sanciones económicas y de importación y exportación, incluyendo un especial enfoque en la ciberseguridad. De ser así, las compañías deberán enfocarse en fortalecer sus programas de compliance en cuanto a la seguridad de sus estructuras tecnológicas, manejo de datos y de terceros”, analiza el socio de Miller & Chevalier.
Segundo episodio del Podcazt de “Rule The Rules“, espacio donde el Director del Grupo Compliance de az, Yoab Bitran, conversó con Ainhoa Pozzi, Legal Vice President en Aramark.
Ainhoa compartió su visión sobre el compliance y su experiencia práctica en la materia, ofreció ejemplos prácticos y nos brindó un detalle de su trayectoria profesional.
En el primer episodio del Podcazt de “Rule The Rules“, espacio donde el Director del Grupo Compliance de az, Yoab Bitran, conversó con Mariano Gojman, Compliance Officer de Siemens.
Desde su rol regional, que comprende todos los países de habla hispana de América del Sur, Marinao compartió sus experiencias y brindó recomendaciones prácticas para empresas, ideas sobre cómo generar compromiso con los colaboradores de una organización y cómo enfrentar una crisis.