Desde “Gobernanza” y con foco en anticorrupción
Ambiental, Social y Gobernanza (ESG); la inversión de impacto y la sostenibilidad son términos que las empresas pueden considerar que están fuera del alcance de su programa de compliance y de ética.
Sin embargo, los principios de ESG pueden ayudar a las empresas, fiduciarios y oficiales de cumplimiento a cumplir con sus responsabilidades.
Hacia una nueva Gobernanza
La gobernanza en materia de criterios ESG se aleja del entendimiento tradicional de la responsabilidad fiduciaria de los directores, con base en un modelo de control jerárquico y la adecuada gestión y administración de la empresa.
Gobernanza significa comenzar a dirigirse hacia un nuevo estilo de gobierno corporativo que se refleja en una mayor cooperación del directorio con terceros y reguladores, abarcando múltiples aspectos, entre los que se encuentran la ética y transparencia de los negocios; las medidas de combate contra el soborno, corrupción y lavado de activos; la adecuada gestión financiera y cumplimiento fiscal; el contralor de las donaciones al sector privado y público, incluyendo partidos políticos; las auditorías y controles internos sobre cumplimiento normativo; y el respeto y salvaguarda de los derechos e intereses de los stakeholders, desde accionistas e inversores hasta clientes y empleados.
Importancia de los programas anticorrupción
La corrupción es uno de los principales temas ESG que los inversores y financistas analizan en la toma de sus decisiones, sea para la realización de aportes o incluso en procesos de fusiones y adquisiciones. Sumado a esto, existen exigencias en todo el mundo y desde todos los sectores para una mayor transparencia, independientemente de las regulaciones locales.
Por tanto, una adecuada gobernanza corporativa debe considerar la implementación de un programa efectivo para gestionar los riesgos de soborno y corrupción que puedan afectar a la empresa. Estos riesgos no solo exponen a responsabilidad civil, administrativa o penal, sino también a riesgos operacionales y reputacionales que hoy en día adquieren una trascendencia nunca vista bajo la influencia de la globalización y uso de nuevas tecnologías.
Desde la mirada de accionistas e inversores
Las empresas comienzan a vislumbrar que un adecuado manejo y planificación del gobierno corporativo podría tener un efecto positivo sobre la rentabilidad y la productividad en el mediano y largo plazo.
Estas ventajas competitivas serán las que redunden en empresas más atractivas para accionistas e inversores, quienes comienzan a identificar y evaluar los riesgos de exposición en temas de factores ESG como uno de los aspectos fundamentales en la toma de sus decisiones.
Con la evolución y desarrollo de este tema, existe una importante oportunidad para las empresas que se encuentran trabajando en el fortalecimiento de sus programas anticorrupción en el marco de sus políticas ESG.
Acciones concretas que las empresas pueden tomar para incorporar factores ESG de gobernanza son las siguientes:
- Analizar los procesos que tiene la empresa para identificar dónde hay oportunidades de mejora y qué factores pueden estar impidiendo el progreso.
- Confeccionar una matriz de riesgo que permita identificar riesgos recurrentes y residuales.
- Diseñar un programa anticorrupción con base en los riesgos detectados de forma de gestionarlos en forma eficiente.
- Diseñar un código de ética y una adecuada política anticorrupción.
- Realizar el debido conocimiento de empleados, clientes, proveedores y socios de negocios, haciendo énfasis en los factores ESG que la empresa quiera implementar..
- Habilitar líneas de denuncias en el marco de un proceso que asegure garantías y protección al denunciante.
- Capacitar a empleados y personal superior.
- Realizar auditorías recurrentes sobre los distintos aspectos del programa en funcionamiento.