Tener una estrategia ESG es una forma para que las empresas evalúen cómo sus decisiones comerciales afectan el medio ambiente y la sociedad. ¿Por qué es importante para generar negocios sustentables? Expertos de prestigiosas firmas de la región brindan su opinión.
La necesidad social y la oportunidad empresarial se unen para transformar la forma en que las empresas mitigan sus impactos, impulsan el rendimiento y reportan sus resultados.
Los criterios ESG —medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa, por sus siglas en inglés- son un mecanismo de reporte no financiero que tienen como objetivo la implementación por parte de empresas e instituciones de acciones concretas que contribuyan a generar impacto social positivo en la comunidad, el medio ambiente y su gobierno interno.
Una estrategia ESG que permite incorporar dentro del negocio desafíos globales tales como el cambio climático, la diversidad e inclusión de distintos grupos, la administración de finanzas sostenibles, entre otros, y, al incluirlos, posibilita a las empresas poder responder a las demandas actuales y futuras de la sociedad generando valor compartido y aumentando su competitividad.
Especialistas de prestigiosas firmas legales de la región brindan su punto de vista sobre la importancia de incorporar estrategias ESG a los negocios.
Según Florencia Fuentealba, Asociada del Grupo de Compliance en az de Chile, “una empresa que ha adoptado medidas ESG puede tener mejor reputación que una empresa que no lo ha hecho, en tanto denota que existe una preocupación por mitigar sus impactos negativos y aún más, generar impacto positivo. Las compañías con ESG pueden ser más competitivas que una que no, ya que el ESG puede aumentar la sostenibilidad del negocio en un período de crisis climática, crisis de confianza, etc, permitiendo que las empresas obtengan su licencia social para operar”.
Sin embargo, la incorporación de estrategias de ESG ha ido evolucionando y perfeccionándose a lo largo del tiempo. “Hasta hace unos años tener una estrategia ESG era algo voluntario para las empresas”, comenta Dorothea Garff, Asociada Senior de la firma Beccar Varela de Argentina. “Entendemos que las estrategias ESG se volverán obligatorias, porque en muchos países comienzan a implementarse leyes con efectos extrajurisdiccionales que exigen cumplir con ciertos estándares”.
Para Gerson Vaca Abendaño, Partner de Basham, Ringe y Correa de México “si hablamos de valor, consideramos que existen diferentes factores sobre los cuales es importante trabajar, preparar y contar con criterios ESG en una empresa, lo cual sin duda incrementa el valor de ésta frente a las demás empresas en condiciones similares”. Y describe como valores a: Entendimiento y mitigación de riesgos ESG y Competitivdad.
Impacto en grupos de interés: relación con consumidores
En los últimos años hemos podido observar un cambio en el comportamiento de los consumidores desde un rol más pasivo a uno más empoderado en virtud del cual estos demandan con mayor frecuencia información respecto a los productos que se consumen, optando por aquellos que por ejemplo, respeten el comercio justo, las cadenas de valor responsable, el cuidado por el medio ambiente y el no testeo en animales.
“Las estrategias ESG son fundamentales en la sociedad actual, sin lugar a duda, aportan valor estratégico y económico a las empresas de todas las industrias. Se ha creado una conciencia global de la importancia de este tema que surgió como una necesidad a un problema común y el tema tomó fuerza con la resolución de las Naciones Unidas en cuanto a las metas de pautadas por los países en la Agenda 2030”, explica Vivian Liberman, socia de la firma BLP en Centroamérica.
En la misma línea opina Graff con su visión sobre Argentina. “Hoy los consumidores de cualquier tipo de empresas piden más explicaciones sobre el origen del producto y cómo está confeccionado. Tenemos cada vez más conciencia del impacto ambiental y social que puede tener un artículo. Las marcas que se posicionan desde el vamos con esa estrategia tienen un gran futuro. Pero también hay sectores con más riesgos en temas ambientales y de derechos humanos que deberían ocuparse con más urgencia”.
Las inversiones y captación de capital
En el caso de los inversores, en los últimos años han cambiado sus prioridades. El mayor ejemplo de ello es el fondo de inversión Blackrock, en el que ya se ha adoptado un criterio de sostenibilidad para sus inversiones. Así, los inversionistas actualmente buscan financiar a empresas que consideren en su propósito y objetivos iniciativas sociales, ambientales y de gobernanza pues estas aparecen como menos riesgosas que aquellas en que no existe una mirada en este sentido.
Las carteras de inversiones basados en criterios ESG han demostrado tener menor volatilidad, generar mayores rendimientos y garantizan el retorno de las inversiones a largo plazo, generando un crecimiento sostenido y duradero. En cambio, las empresas que obvian estos criterios podrían presentar conflictos con las comunidades, fraudes, actos de corrupción, irregularidades financieras y conflictos laborales que perjudican seriamente la imagen corporativa y la operación del negocio.
Para Fuentealba “al adoptar una estrategia ESG, no basta con hacer declaraciones únicamente, sino que al igual que como se hace con factores financieros, las empresas deben incorporar objetivos, metas y métricas para evaluar su avance. En mi opinión, una buena estrategia ESG es aquella que puede medirse y auditarse, en tanto solo así podremos saber si se está generando el impacto buscado o si se debe replantear la estrategia y el camino escogido”.
“Los inversionistas consideran este tema como factor fundamental y lo aplican como parte de su análisis estratégico en los factores no financieros al identificar áreas de riesgo y oportunidades de crecimiento económico”, coincide la experta de BLP. “Con ello, los análisis de ESG se convierten en parte importante del proceso de inversión. Además de contribuir como clave motivacional en las prácticas de medio ambiente, desarrollo social y gobernanza que permite un completo análisis para entender la compañía en la que se desea invertir o que se pretende contratar”.
Lo que una estrategia ESG también aporta a las empresas, sobre todo en mercados emergentes como los de América Latina, es una carta de presentación a la hora de generar nuevas oportunidades de negocios. “Hay empresas que exigen a sus proveedores de otros países, sobre todo empresas europeas, que cumplan con ciertos estándares. Entonces para América Latina o particularmente Argentina, si una empresa pretende ser proveedora de una compañía europea tiene que considerar seriamente la implementación de criterios ESG. Por ejemplo, Alemania ya tiene una ley vigente que obliga a trabajar sobre los ejes ESG”, afirma Garff.
“Tener una buena estrategia ESG favorece al buen funcionamiento de las empresas, y se está convirtiendo en un requisito indispensable para ciertos clientes o bien un valioso diferenciador frente a su competencia”, afirma Vaca. Y agrega “Por otro lado, una correcta creación e implementación de una estrategia ESG permite a la empresa conocer mejor su mercado, a sus clientes y a sus stakeholders, lo que da oportunidad para crear nuevas líneas de negocio o adecuar las existentes para cubrir la demanda o crear nuevos servicios o productos generando así nuevo negocio”.
La inversión ESG es el futuro de las estrategias de inversión, porque ayuda a mitigar el riesgo, generar valor a largo plazo y mejorar el rendimiento de empresas y organizaciones de diferentes sectores verticales. Lo más importante que seguirá ocurriendo en 2023 y los años por venir es la idea de generar negocios en un marco de responsabilidad.